1) Pues, al principio como alegría ¿no? Como que te alegras porque parece que están como un poco perdidos y te alegras al ver que han llegado al sitio que querían porque bueno, no sé si era el sitio que querían pero por lo menos parecían alegres y relajados y como satisfechos de haber llegado donde estaban, entonces como que se te contagia un poco, pero bueno, al mismo tiempo también he sentido envidia porque… pues por eso porque estoy yo aquí en casa aburrida y ellos pues están en la playa, una playa superbonita y como que te da envidia te gustaría estar ahí… Aunque bueno, no sé, no he visto la película entonces no sé lo que habrá pasado antes, pero sí, es como felicidad, satisfacción de haber llegado allí y envidia al mismo tiempo.
Porque los ves que llegan corriendo a la playa y llegan a la playa y se sientan, se tiran en la arena y como que ya es relajación, ya es: he llegado donde quería llegar y ya me despreocupo de todo y ya me relajo y disfruto del momento y del lugar ¿no?
Pues no como tal, no a un momento en concreto pero supongo que cualquier, casi todos los días o casi todas las semanas hay algún momento en el que dices: por fin, en plan, por fin en plan, por fin lo he conseguido, por fin he llegado o por fin ha llegado la persona que quería ver o… no esa satisfacción de tirarte en el suelo y disfrutar del momento como tal pero sí de relajarte y de decir, ¡por fin! ¿No?
Bueno, un momento más reciente fue cuando, bueno, mi artista favorito, se llama El Niño de la Hipoteca y he tenido la oportunidad de ir a tres conciertos suyos en los últimos seis meses y sinceramente, o sea es verle o escuchar sus canciones desde casa y es felicidad, es alegría, es relajación también. Y luego pues un poco más alejado, felicidad máxima cuando, bueno, me dieron la oportunidad de irme a Canadá un año con una beca que conseguí en primero de bachillerato, entonces pasé un montón de pruebas con un montón de personas que también se presentaron y el momento en el que te dicen que has sido seleccionada… O sea, porque yo ni si quiera lo pude ver porque fue mi madre quien lo vio y la que me llamó, entonces ese momento de que me llamara mi madre, mi madre llorando dándome la enhorabuena que lo había conseguido pues fue un momento increíble porque yo tenía 16 años, o sea, estaba en cuarto de la ESO cuando recibí la noticia, o sea era un niña, entonces una felicidad inmensa y el decírselo a tu familia y a tus amigos y todo eso.
2) Pues tristeza máxima. Bueno, esa película la hemos visto todo creo y es de los peores momentos de la película. Ya no solo por Simba que pierde a un padre sino por la maldad de Scar o la pena de… del… de Mufasa, que no me salía el nombre, de impotencia, de que no te ayude tu propio hermano y que tengas que dejar a tu hijo sin padre ¿sabes?
Bueno, sí. Sí, sí. Porque bueno, mi padre también falleció, igual que con Carolina. Y… o sea, no fue una situación como la de Mufasa obviamente pero bueno, esa tristeza que se te queda, que de repente te cambia el mundo, te dé un giro de 180 grados y que no sepas qué va a pasar después ¿no? Simba se queda solo después de ver lo que ha pasado y bueno, yo no me sentí igual que él supongo ¿no? Porque yo nunca estuve sola, pero como que se te cae una pieza fundamental en tu vida ¿no? Fundamental, una pieza clave y no sabes cómo seguir. Al fin y al cabo pues con tu familia, con tus amigos, sigues pero no es igual y no es fácil, entonces es lo que me ha recordado un poco.
Nada, gracias.
Pues ahora mismo lo único que me viene a la cabeza son pues la muerte de algún familiar cercano… Pues ya te digo, lo de mi padre fue lo que más me impactó pero bueno, cualquier abuelo pues es un poco parecido ¿no? Cualquier muerte o cualquier enfermedad grave…